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Otra de las grandes sagas roleras de SquareSoft, de los tiempos de Super Nintendo, emerge este mes de las sombras para traernos una nueva entrega original con la que la saga se va a poner al día en muchos sentidos. ¿Listos para sentir la magia de Mana?
El pasado mes de marzo publicamos nuestras primeras impresiones de Visions of Mana tras probar la nueva entrega para PS5, PS4, PC y Xbox Series X|S de la veterana saga rolera, tras una década y media sin ver el lanzamiento de un nuevo juego.
Una saga rolera que, paradójicamente, ha estado muy ligada a Nintendo y que puedes disfrutar al completo en Nintendo Switch, gracias al recopilatorio Collection of Mana (de 2019) y el remake Trials of Mana (de 2020), aunque en esta ocasión, Switch es justo la única plataforma a la que no llegará Visions of Mana.
Como puedes imaginar, 15 años sin una nueva entrega es mucho tiempo, y por eso, muchas cosas se van a actualizar en Visions of Mana, aunque sin perder de vista su esencia.
Será una puesta al día de sus conceptos e ideas, aunque os avisamos que una de sus características clave no estará presente: al igual que Trials of Mana, no tendrá modo cooperativo.
Pese a esta ausencia (que el estudio no descarta incorporar en futuras actualizaciones, cuando resuelvan las dificultades técnicas que supone), Visions of Mana nos encantó en nuestro primer contacto, y tras haber jugado ya con un código prácticamente terminado, os contamos qué nos ha parecido el nuevo fragmento que hemos podido probar.
Visions of Mana, un mágico mundo con su ración de "sombra"
En esta ocasión, hemos podido probar la aventura desde el principio, y si bien de los primeros compases no podemos contar nada, Visions of Mana nos presentará un mágico mundo en el que los distintos pueblos y asentamientos tienen que hacer sacrificios cada cierto tiempo para que el flujo del maná siga su curso y no caiga ninguna desgracia sobre ellos.
Este sacrificio no es otro que entregar el alma de exvoto, un habitante con cualidades especiales que es elegido por las hadas y que, según la tradición, aceptará la tarea como un verdadero honor. Así descubriremos que Hina, ha sido la elegida en Tianea, la aldea de fuego, donde comienza la aventura. Como exvoto, debe iniciar su peregrinaje hacia el árbol de Maná, donde entregará su alma.
Pero en este viaje no estará sola. La tradición impone que los exvotos deben estar protegidos en su peregrinaje por un custodio, que son los mejores guerreros de cada aldea, y quienes plantarán cara ante cualquier peligro o amenaza que pueda surgir en su camino. En el caso de la aldea de Tianea, ese custodio es Val.
Es el personaje que empezamos manejando, y es el típico espadachín extrovertido. En estos primeros compases, los personajes me han parecido bastante esterotípicos, pero la historia es lo bastante interesante como para seguir tirando del hilo, aunque muchas veces las conversaciones caigan en lugares comunes.
Una trama que nos llevará a conocer a otras razas, como los dracónidos (apariencia humana, pero con cuernos y alas) y otras aldeas asociadas a otros elementos, como Lon Gren, la aldea del viento, donde conoceremos a otros aspirantes a exvotos, como la consentida Karina, que se niega a hacer un ritual del que podría salir convertida en exvoto.
Un viaje en el que, como cualquier juego de rol que se precie, no faltan las tiendas donde comprar mejor equipo, la experiencia y los niveles, el desarrollo de nuevas habilidades, aprendizaje de hechizos...
De primeras, reconozco que me ha encantado el contraste entre un mundo tan colorido y vivo (hay grandes zonas abiertas, como praderas con animales salvajes correteando), con la "cruda" trama sobre sacrificios... que es sobrellevada con el caracter, siempre optimista, de sus personajes... aunque a priori se encaminen a una ¿muerte segura?
Algo más que rol: así es la jugabilidad de Visions of Mana
Aunque Visions of Mana comienza siendo una experiencia muy guiada, marcando en todo momento el punto al que tenemos que ir, una vez abandonas la aldea inicial, las cosas se van abriendo poco a poco. Así, nada más dejarla atrás, visitamos zonas más amplias, desde verdes praderas a pasos de montaña, con distintas rutas y caminos, y algún paso elevado, que puedes recorrer con libertad.
Explorarlos tiene su recompensa, ya que a medida que nos movemos, en el horizonte veremos haces de luz de distinto color, indicando que hay objetos y cofres que están esperando a ser recogidos. Lo cierto es que hay bastante cantidad, al menos al principio de la aventura, lo que hace que visitar hasta el último rincón tenga un propósito.
Además, al conversar con NPC, podemos activar gran cantidad de tareas opcionales, desde ayudar a reparar molinos a identificar en qué zona del mapa se encuentra la zona pintada en un cuadro, lo que ayuda a romper aún más la linealidad de la aventura y es una invitación a explorar más el entorno, si cabe. Eso sí, de nuevo, tendremos indicadores para ayudarnos a movernos por el mundo.
Estas zonas abiertas tienen cierto componente plataformero y, además, un elemento de recolección o "coleccionismo": podemos saltar y subirnos a rocas, salientes o casas, para alcanzar los mencionados cofres y objetos del entorno.
Algunos de ellos son objetos especiales, como el llamado Sirope Úrsido, unas esferas de miel, de color anaranjado, que son un manjar para los "desmañosos", una especie de ratón bípedo que nos dará objetos, como libros, que nos permitirán aprender su idioma para poder comunicarnos con ellos.
Además, como en otros RPG actuales, al explorar el mundo veremos a los enemigos moviéndose por el entorno y podremos optar por evitarlos o lanzarnos a por ellos para enfrascarnos en un combate (sobre su cabeza podemos ver el nivel que tienen, para saber si podemos con ellos).
Eso sí, aunque algunos pueden tener un nivel parejo al nuestro, existen los llamados "monstruos insignes", criaturas singulares con algún cambio en color o forma, que suelen ser enemigos formidables, más poderosos, y que pueden requerir que tengamos más nivel para poder vencerles.
Al iniciar un enfrentamiento, una circunferencia delimitará el área de combate: si intentamos correr unos segundos hacia fuera de ese límite, el combate terminará (aunque no siempre es posible huir), Si no, tendremos que acabar con los enemigos, usando nuestros dos botones de ataque y combos (uno débil y otro fuerte) y las técnicas y habilidades que hayamos conseguido.
Estas técnicas son de distinto tipo: algunas las conseguiremos gracias a las semillas de habilidad que podemos equipar a cualquier personaje (y tendrá habilidades como lanzar una bola de fuego, que es el primer "hechizo" que conseguimos por esta vía), mientras que otras serán el fruto de progresar en nuestra clase de personaje (habrá distintas).
Por supuesto, tampoco faltan las llamadas técnicas de clase, un ataque especial que cuenta con su propio indicador de energía (que rellenamos rompiendo vasijas y acabando con enemigos), y que nos permite liberar un poderoso ataque afín al elemento del personaje).
A estas posibilidades se suman los estados alterados, tanto los que provocan los enemigos, como los que provocamos nosotros o las afinidades elementales (habrá 8 elementos, fuego, agua, viento, tierra, oscuridad, luz, luna y madera) que pueden hacer que un combate se ponga cuesta arriba si no usamos los elementos que más daño puedan provocar al enemigo.
Además, también distingue entre daño de corte y daño de golpe, según el armamento que usemos. En líneas generales, es un sistema de combate muy ágil y adictivo, con muchas capas, en el que no faltan los elementos clásicos, como las barras de vida y puntos de magia (limitan el uso de las habilidades), aunque ciertos objetos y los puntos de guardado los recuperan al instante.
Por supuesto, también hay jefes finales de gran tamaño, que cuentan con algunas partes destruibles, y que lejos de ser un aporreabotones para matarlos (y esquivar sus ataques rodando por suelo), nos invitarán a establecer una estrategia para poder derrotarlos en muchos casos.
Con estos mimbres, lo cierto es que Visions of Mana se presenta como una experiencia J-RPG que conjuga lo mejor de la esencia rolera más clásica con un desarrollo algo más abierto, con zonas amplias que invitan a la exploración y el "plataformeo".
Pero sin ningún tipo de duda, el juego no sería ni la mitad de atractivo si no fuera por sus gráficos. Visions of Mana es un juego precioso, si te va la estética J-RPG. A nivel de diseño, quizá lo más llamativo sea su mundo, colorido, variado y rico en detalles, aunque el diseño de personajes tampoco se queda atrás (y con opciones para personalizar hasta el aspecto de las armas).
He jugado en un PC con RTX 4080 a 4K y a tope de calidad, y es una preciosidad, que quitando algún fallo puntual de popping, rinde y luce de fábula, sin ningún problema grave, caída de frames ni nada.
Además, Visions of Mana cuenta con una cuidada traducción al castellano, con expresiones adaptadas como "hasta nunqui", y voces en inglés y japonés, si bien es cierto que algunas frases de la pista en inglés, con la que he jugado, no terminan de coincidir con nuestra traducción (o directamente omiten algunas expresiones)...
A la vista de todos estos aspectos, Visions of Mana tiene todas las papeletas para enamorar a los fans del rol nipón con una propuesta que promete echar el resto en todos los frentes, desde la historia a los gráficos o la jugabilidad. En unas semanas saldremos de dudas...
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