Telegram
Copiar url
Enlace copiado
He jugado a Tales of the Shire, el denominado "Animal Crossing" de El Señor de los Anillos. La simulación de vida llega a la Tierra Media y lo cierto es que lo hace con una propuesta muy interesante que aquí te explico en profundidad.
En un agujero en el suelo, vivía un hobbit... y dentro de poco, también tú. Tales of the Shire llegará próximamente a PS5, PS4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch y PC para hacerte sentir como en casa, concretamente, en un agujero hobbit... y eso significa comodidad.
El Señor de los Anillos ha contado con juegos míticos. El Retorno del Rey o La Tercera Edad son muy recordados y en la pasada generación, la saga que terminó con La Tierra Media: Sombras de Guerra también consiguió dejar a los fans bastante complacidos.
Sin embargo, la obra de J.R.R. Tolkien no termina de despegar con un juego que haga verdadera justicia a su épico relato. Recientemente, El Señor de los Anillos: Gollum ha sido un desastre y Return to Moria no ha logrado captar el interés del público de masas.
Y ahora, nos llega una tercera opción muy diferente de lo que podríamos llegar a esperar. Tales of the Shire se aleja de la acción para ofrecer algo que no muchos pensaban ver, una propuesta de simulación de vida ambientada en la Comarca.
Me atrevería a decir que nadie pidió este juego, pero Weta Workshop se ha liado la manta a la cabeza durante unos cuantos años para ofrecernos algo, por lo que no muchos darían un duro. No obstante, siempre hay que dar una oportunidad a este tipo de propuestas.
Y, si te paras a pensarlo, la idea tiene todo el sentido del mundo. ¿Animal Crossing con la Comarca? Concedamos el beneficio de la duda... y después de haber probado un acceso anticipado de Tales of the Shire tengo que decir que esos interrogantes se han esfumado en gran parte.
Así es la vida en la Comarca de Tales of the Shire
Habré podido jugar a Tales of the Shire durante unas tres horas, aproximadamente, y lo cierto es que he salido de este early access bastante complacido con lo que me he encontrado. No es el juego de El Señor de los Anillos definitivo ni mucho menos, pero es perfecto para relajarse.
Mis andanzas por la Comarca comenzaron como en la Comunidad del Anillo: con un mago en carreta y un hobbit en un prado. Gandalf despierta a tu personaje (al que puedes configurar con un sencillo editor) para meterte un poco de caña y darte en propiedad un agujero hobbit sin inquilinos.
"Algún día volveré", señala el istari y prácticamente en ese mismo momento ya me he olvidado del mago y estoy centrado en vivir mi vida de hobbit en Delagua. La pequeña aldea de la Cuaderna del Oeste se despliega ante mi mediana.
Y Tales of the Shire te deja muy claro lo que tienes que hacer. Aquí no hay que vivir una aventura como Bilbo Bolsón, sino disfrutar de la tranquilidad (que es lo que más se busca) y de la apacible y alegre vida dentro de la Comarca.
Durante estas tres horas he recorrido los caminos, conocido a la variopinta población de esta pequeña localidad al sudeste de Hobbiton, pescado, cocinado, recolectado y adornado mi hogar con muebles y otros enseres.
Esta es la parte más similar a Animal Crossing: New Horizons y otras entregas de la saga, pero Tales of the Shire juega una carta importante para desligarse de la propuesta de Nintendo: la narrativa. Y es que, tal y como reza el nombre del juego, esto es un cuento.
No he podido ahondar demasiado en este relato, pero está claro que va a jugar un papel importante en el desempeño del life simulator. La primera gran misión que tenemos como jugadores es encajar en Delagua como hobbit extranjero procedente de Bree.
Así que ganarse a la distinguida población y entrar en la rutina del pueblo es importantísimo. Completar misiones para el viejo y gruñón Nogales o lidiar con las disputas de familias como la de Rosita Coto (hay unas cuantas referencias al Señor de los Anillos) es vital, pese a que algunos recados son algo repetitivos.
Por suerte, enfocarse en pescar, plantar y comerciar con el objetivo de cocinar y seguir conquistando a los vecinos a base de una buena comilona es divertido y relajante. El apacible espíritu de la Comarca se replica en el juego con gran acierto.
Nada es complicado en Tales of the Shire. Los minijuegos de cada actividad son sencillos, pero hacerte con los ingredientes para cocinar o editar la casa de tus sueños es un laborioso trabajo que te llevará muchas jornadas. No lo digo como algo malo, en eso consiste el juego.
Dejar que transcurra el tiempo es parte del progreso. El ciclo día-noche, así como el avance de las estaciones, consta de un papel importante dentro del juego y pese a que solo he podido jugar unos pocos días, ya he visto que también hay lluvias y otros condicionantes climáticos.
Además, recorrer el pueblo es muy estimulante, primero porque la animación de correr es ir dando brincos, segundo porque el sistema de navegación con pájaros a lo Ghost of Tsushima lo hace fácil y tercero porque hay variedad en los escenarios. Molinos, casas, praderas, un pequeño bosque y otros secretos se han desvelado en el poco tiempo que he estado jugando.
Insisto en que las actividades que más destacan son la cocina y la decoración. La primera también es imprescindible para cosechar mejores relaciones con los vecinos, ya que el juego te insta a organizar cenas (o segundos desayunos) y a preparar los platos que demanden los comensales.
Hay muchas recetas, ingredientes y condimentos a considerar, pese a la sencillez mecánica de la actividad. En cuanto a la decoración, puedes cambiar y ajustar todo lo que hay en tu agujero con un editor que te permite mover muebles a placer, cambiar suelos, paredes y añadir todo tipo de pequeños detalles que puedes conseguir comerciando o mejorando tu relación con otros hobbits.
Apartado gráfico de Tales of the Shire: ¿Cómo luce el juego?
No obstante, no he hablado de lo que más comentarios genera Tales of the Shire: el aspecto gráfico y artístico del juego. La segunda faceta creo que encuentra un buen equilibrio entre lo que representa la Comarca y ese artesano estilo cartoon de la obra de Weta Workshop. Tales of the Shire tiene momentos de gran belleza y sus escenarios son muy llamativos.
Por desgracia, todo se ve bastante empañado por un apartado técnico muy pobre. He encontrado unos cuantos bugs gráficos en esta primera versión y es una auténtica lástima que el juego no cuente con una parcela gráfica más potente, ya que reforzaría mucho su valor audiovisual.
Hay texturas demasiado planas, fallos en las colisiones de los personajes y otros problemas que rezo para que se solucionen de cara al lanzamiento, aunque el aspecto general del juego parece que se va a mantener así hasta su llegada.
No obstante, si uno pasa un poco por alto esto último, creo que el juego puede establecerse como una relajante propuesta que te permitirá vivir una apacible vida en la Comarca, más allá de compararse con Story of Seasons, Stardew Valley y otros juegos del género.
Queda mucho por ver de Tales of the Shire, pero esta semana pasada en Delagua ha dejado claro que el juego merece una oportunidad. Nos vemos en las colinas y en los prados. Necesitaba desconectar del estrés y este juego puede ser una buena manera de hacerlo.
Conoce cómo trabajamos en HobbyConsolas.