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Para Digital Foundry, Xbox Series S es el port menos notable de Monster Hunter Wilds, mientras que PS5 y Xbox Series X requieren optimización.
Con una excepcional acogida en sus valoraciones internacionales, Monster Hunter Wilds ha llegado por fin a PS5, Xbox Series X/S y PC, en lo que supone un nuevo comienzo para la saga de Capcom.
Su llegada ha hecho que alternativas gratuitas opten por cerrar, confirmando también las grandes expectativas de los creadores de Wilds respecto al juego.
¿Pero qué tal le ha ido en la parcela visual? Los expertos de Digital Foundry ya han lanzado su veredicto, y no es 100% positivo respecto a las consolas actuales.
Monster Hunter Wilds para PS5 y Xbox Series no pasa el escrutinio de Digital Foundry
A pesar de Monster Hunter Wilds lleva al límite el motor RE Engine, las versiones para PlayStation 5 y Xbox Series X/S tienen aspectos que mejorar.
Vamos primero con lo positivo del análisis de Digital Foundry; empezando por las zonas iniciales como el desierto y los bosques, llenas de elementos naturales bien integrados y sin un exceso de "pop-in".
La atención al detalle también se extiende a las criaturas, mientras que los NPCs están bien trabajados, con diseños llamativos y sistemas avanzados de sombreado para piel y cabello.
A diferencia de Dragon's Dogma 2, el juego no cuenta con iluminación global por trazado de rayos, lo que podría haber elevado su fidelidad visual a costa del rendimiento.
En interiores y zonas con menos luz directa, la técnica utilizada no siempre resulta convincente. También se ha detectado una presentación de color algo apagada, con negros elevados y brillos comprimidos que restan fuerza a la imagen.
En PlayStation 5 y Xbox Series X, Wilds ofrece tres modos visuales:
Modo rendimiento con un objetivo de 60 FPS y una resolución interna media de 900p. Modo equilibrado, a 40 FPS en pantallas con opciones de 120 Hz, bajo una resolución de 1224p. Modo resolución que prioriza 4K dinámicos a 30 FPS, con una resolución interna de 1656p.Aunque el modo rendimiento alcanza los 60 FPS en muchas situaciones, sufre caídas frecuentes, especialmente en momentos de acción intensa. La resolución también es baja, lo que genera una imagen más borrosa de lo esperado.
Los otros modos presentan una calidad de imagen más estable, pero también experimentan bajones en momentos clave, de nuevo en situaciones como los combates más intensos. Xbox Series X tiende a quedarse ligeramente por detrás de PS5 en fluidez.
En la más modesta Xbox Series S, la situación es más complicada. Solo dispone de un modo a 30 FPS que, aun con recortes visuales significativos, experimenta caídas por debajo de esa tasa en combates exigentes.
En esta consola, la resolución de Wilds rara vez alcanza los 1080p, las texturas son de menor calidad y el suavizado de imagen no es tan efectivo como en las versiones superiores.
En definitiva, Monster Hunter Wilds es una apuesta ambiciosa que brilla en su diseño de criaturas y escenarios, pero que podría optimizarse mejor en consolas. Próximas actualizaciones pueden mejorar este aspecto; mientras tanto, las versiones para PC y PS5 Pro son las que salen mejor paradas.
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