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Meridiem ha desplegado toda su artillería con las ediciones físicas de 63 Days, Awaken - Astral Blade y Smells Like a Mushroom, tres juegos para PlayStation 5 que abordan la guerra desde prismas muy diferentes.
Las contiendas bélicas son una fuente de inspiración recurrente en los videojuegos. Las condecoraciones se las suelen llevar los shooters de corte militar que las grandes compañías lanzan a la batalla periódicamente, aunque no resultan particularmente originales.
Sin embargo, si uno se asoma a la escena indie, hay producciones muy variadas que apuestan por ambientaciones y mecánicas sorprendentes.
Meridiem es muy consciente de ello y, por eso, recientemente, ha estrenado en formato físico tres juegos que se apoyan en trasfondos de guerra, pero con enfoques narrativos, audiovisuales y jugables totalmente diferentes e igualmente llamativos.
Nos referimos a 63 Days, Awaken - Astral Blade y Smells Like a Mushroom, todos ellos disponibles para PlayStation 5.
63 Days: Varsovia contra el III Reich
Para empezar, hay que hablar de 63 Days, un juego ambientado en la II Guerra Mundial, el conflicto bélico que más videojuegos ha inspirado. Sin embargo, aquí, los protagonistas no son soldados de ejércitos de liberación, sino supervivientes.
Diversos juegos indies han abordado la guerra desde la perspectiva de la población civil y éste, de Destructive Creations, lo hace desde el punto de vista de varios supervivientes de Polonia, el primer país que fue invadido por la Alemania de Hitler, lo cual dio inicio a la II Guerra Mundial.
Se trata de un juego de estrategia, de modo que hay que luchar desde las sombras, con sigilo, ingenio y trabajo en equipo, para hacer frente a los nazis.
En la piel de varios ciudadanos de a pie, cada uno de los cuales tiene unas habilidades propias, debemos mantenernos ocultos a los ojos de los soldados nazis y sabotear sus movimientos por las ruinas de Varsovia.
La edición física de 63 Days está a la venta para PS5 por 39,99€ e incluye tanto el juego en Blu-ray como cinco cartas ilustradas con los personajes que protagonizan la historia: Burza, Mlody, Rysiek, Heniu y Helga.
Awaken - Astral Blade: una mujer biónica llamada Tania
Por su parte, Awaken - Astral Blade es una aventura de acción de perspectiva lateral, en la que encarnamos a Tania, una mujer biónica.
Nuestra protagonista recibe la misión de encontrar y rescatar a una fuerza de investigación desaparecida en lo más profundo de una inhóspita selva tropical. Allí, debe derrotar a hordas de enemigos y jefes finales a base de espectaculares combos.
Planteado como un oscuro cuento de hadas, este juego de exploración bidimensional de Dark Pigeon Games tiene varios finales alternativos para un interesante guión, que revela los orígenes y el propio destino de Tania.
Además de lucir un bellísimo apartado visual, el juego pone énfasis en un sistema de combate frenético, con multitud de combos y una mecánica de ralentización esencial para acabar con los enemigos.
La versión física de Awaken - Astral Blade, lanzada para PS5 a 34,99€, incluye un gran número de contenidos. Además del Blu-ray del juego, hay un libro de arte, una pegatina, la banda sonora en digital y un DLC con trajes extra.
Smells Like a Mushroom: una alternativa al Reino Champiñón
Finalmente, Smells Like a Mushroom, de Red Limb Studio, es una parodia espacial en la que unos hongos parasitarios se han expandido por la Vía Láctea y deben ser detenidos por... los Aveggers.
El juego nos deleita con un planteamiento de shooter en tercera persona y fuerte componente plataformero, que además admite el cooperativo a pantalla partida.
Y no os perdáis a sus protagonistas, unos superhéroes veganos entre los que se cuentan patatas, zanahorias o ajos que deben derrotar al jefe de los champiñones, Satanas Boletus, que ha fijado su residencia en el mismísimo sol.
La edición física para PS5 de Smells Like a Mushroom, disponible por 29,99€, incorpora una guía de jefes, unas pegatinas de lo más molonas y una caja con efecto de neón, además del disco de juego.
63 Days, Awaken - Astral Blade y Smells Like a Mushroom son tres ejemplos perfectos de lo mucho que puede dar de sí el género bélico si se va más allá del encañonamiento con pistolas y fusiles de asalto.
La duda ahora es decidir si irás primero a Polonia, a la jungla o al espacio exterior, porque, en todos esos lugares, hay mucho por lo que luchar.
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