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Max Caulfield, protagonista del primer LiS, regresa en Life is Strange: Double Exposure, la nueva entrega que vuelve a firmar Deck Nine. Lo hemos jugado y en estas impresiones te contamos qué nos ha parecido.
Hemos tenido la oportunidad de probar una pequeña demostración de Life is Strange: Double Exposure, la nueva entrega para PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC de esta popular saga de aventuras interactivas que nuevamente firma Deck Nine (autores de Life is Strange: Before the Storm y Life is Strange: True Colors).
Sin lugar a dudas, uno de los elementos más importantes de Double Exposure es el regreso de Max Caulfield, protagonista del primer Life is Strange, que logró conquistarnos gracias a su forma de ser, sus poderes especiales y su relación con Chloe Price.
Pero gracias a esta demostración, que era la misma que pudieron probar los asistentes a Gamescom 2024, hemos descubierto que esta nueva entrega no vive únicamente de recuperar a uno de sus personajes más queridos; también pone sobre la mesa una mecánica que puede dar mucho juego. Vamos a verlo.
Impresiones de Life is Strange: Double Exposure
Life is Strange: Double Exposure tiene lugar varios años después de los acontecimientos del primer Life is Strange y nos muestra a una Max Caulfield en sus años universitarios. Y antes de que lo preguntéis: no, no ha habido mención alguna a Chloe ni a los acontecimientos de Arcadia Bay.
En esta nueva historia, Max tiene un nuevo grupo de amigos entre los que se encuentra Safi. Pero un día, esta es asesinada y Max utiliza sus poderes para retroceder en el tiempo, que había jurado no volver a utilizar, para traerla de vuelta. Sin embargo, descubre que sus poderes han cambiado y ahora tienen un efecto muy distinto: puede viajar a una línea temporal en la que Safi no ha muerto.
Con esta premisa, la demostración que hemos jugado tenía lugar en un punto algo más avanzado de la historia, en una parte en la que debíamos ayudar a un amigo de Max a evitar a un detective con bastantes malas pulgas.
Como suele ser costumbre en la saga, los diálogos, las escenas de vídeo, las decisiones y, en definitiva, el enfoque narrativo, tienen un gran protagonismo en Life is Strange: Double Exposure. Hemos tenido muchas oportunidades para elegir respuestas que provocaban distintas reacciones en los personajes.
Y, por supuesto, también hay decisiones clave que alteran la trama, marcadas con la ya icónica frase “esa acción tendrá consecuencias…” y acompañada por el símbolo de una mariposa.
También hay ciertos toques de exploración, pudiendo controlar a Max en tercera persona e interactuar con elementos de los escenarios para obtener más información, recoger ciertos objetos, recabar pistas e incluso algún que otro coleccionable.
Hasta ahí todo dentro de lo normal. El gran cambio y la otra gran novedad de Life is Strange: Double Exposure es, por supuesto, el nuevo poder de Max. En lugar de retroceder en el tiempo, en esta nueva entrega podemos alternar entre dos líneas temporales: una en la que Safi ha sido asesinada y otra en la que sigue viva.
Esto, como ya habréis imaginado, supone que tenemos dos escenarios muy diferentes a nuestra disposición. En uno todo es más lóbrego, en las paredes de la universidad hay carteles en los que se habla de fiestas canceladas y el estado de ánimo de los personajes con los que interactuamos está por los suelos. En el otro, sin embargo, todo es más luminoso y los personajes están más animados.
Lo que más nos ha gustado de esta demostración es lo bien que se aprovecha el poder tanto desde una perspectiva visual y de ambientación, como a nivel jugable.
Tenemos dos formas diferentes de utilizarlo: en cualquier momento, podemos pulsar un botón para “echar un vistazo” a la otra línea temporal, lo que nos permite ver los cambios entre una línea y otra de forma rápida. Objetos que bloquean el paso, personajes que vigilan una zona… Ese tipo de cosas.
Y en algunas partes de los escenarios, nos topamos con una suerte de partículas que señalan los lugares donde el tejido entre las dos líneas temporales es más fino. Es en estos puntos donde Max puede usar su nuevo poder de forma íntegra, abriendo una ventana y saltando a la otra línea temporal.
Las anteriores entregas de Life is Strange ya estaban salpicadas de puzles, pero parece que Double Exposure va a darles más importancia que nunca gracias a esta nueva habilidad.
En la demostración, hemos tenido que saltar entre las dos líneas temporales para hacer cosas como obtener información clave de un personaje que en la otra estaba demasiado deprimido, encontrar un objeto clave y llevarlo de vuelta e incluso evitar al detective escondiéndonos en la línea donde no nos buscaba.
Desde luego su uso es muy interesante y abre la puerta a puzles aún más interesantes. Estamos deseando ver de qué otras formas lo aprovechan.
También queremos señalar que a nivel visual ha habido una mejora importante, especialmente en lo que a animaciones faciales se refiere. Lejos queda aquella Max con expresiones rígidas del primer Life is Strange... Aunque también tenemos que reconocer que cuesta bastante acostumbrarse a su nuevo aspecto.
Y no sólo porque su cara y su peinado sean diferentes: incluso la voz nos ha chocado mucho durante toda la sesión. Tanto es así que hemos tenido que comprobar si la actriz de doblaje es la misma que la del primer juego. Y sí, lo es: Hannah Telle vuelve a interpretar a la adolescente en Life is Strange: Double Exposure. Suponemos que será cosa de acostumbrarse a este nuevo estilo visual…
En cualquier caso, ha sido una buena toma de contacto que ha conseguido convencernos y dejarnos con ganas de más gracias a su particular mecánica. ¿Quién sabe? Puede que incluso tenga más aplicaciones de las que hemos visto… Podremos descubrirlo el próximo 29 de octubre, cuando Life is Strange: Double Exposure salga a la venta.
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