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Digital Foundry analiza la versión del RPG en PlayStation 5 Pro, donde las mejoras en rendimiento y resolución se ven comprometidas por fallos visuales.
A veces los deseos se hacen realidad, y este año llegaron con la tan ansiada secuela de Dragon's Dogma II para PS5, Xbox Series X|S y PC.
El épico RPG de Capcom se ha mantenido en el candelero gracias a la filtración de un futuro DLC, además de regresar a las listas de ventas este Black Friday con rebajas especiales.
Dragon’s Dogma II forma además parte de la lista de juegos con parche de mejoras en PS5 Pro, la nueva consola de Sony. ¿El resultado? Los chicos de Digital Foundry tienen buenas y malas noticias.
Así se ve Dragon’s Dogma II en PS5 Pro
Gracias a la actualización de octubre, el RPG ofrecía dos modos de resolución en PS5. Rendimiento, con resolución interna de 1728p y tasa de frames de entre 50 y 60 fps, y Calidad, que sube la resolución a 4K bajo 30 fps.
En PS5 Pro y tras recibir el parche de actualización, las mejoras son evidentes a ojos de Digital Foundry, que ponen de relieve el aumento de la resolución, mejoras en la nitidez y un incremento en la tasa de frames.
La novedad principal de esta nueva versión es el Modo Equilibrado, a 1080p nativos reescalados a 4K gracias a la tecnología de renderizado PlayStation Spectral Super Resolution.
Los dos modos previos, Rendimiento y Calidad, siguen vigentes con los mismos valores. Rendimiento corre a 720p nativos y Calidad parte de 1440p, ambos también reescalados a 4K con PSSR.
Cada modo tiene configuraciones similares en texturas, sombras y distancia de dibujado, pero la diferencia radica en la resolución interna, que afecta directamente la estabilidad visual.
Gracias a este parche, el aspecto general del juego es mucho más nítido y definido, algo que se aprecia en la secuencia inicial al divisar los árboles y las montañas en la distancia.
Hay también un resultado muy positivo en el rendimiento. PS5 Pro ofrece un incremento de hasta un 40% en el frame rate de Dragon’s Dogma II respecto a PS5 estándar.
El modo Equilibrado se posiciona como la mejor opción para quienes cuentan con pantallas con tecnología VRR, logrando mantenerse dentro del rango óptimo de 48-60fps.
Igual de destacables son los resultados del Modo Rendimiento, en un rango de entre 55-105 fps en modo 120Hz (en pantallas compatibles), si bien lo hace sacrificando calidad visual.
La parte menos positiva viene del PSSR, que “rompe” la imagen en algunos puntos cuanto mayor sea la resolución que debe reescalar.
El uso de PSSR trae consigo problemas significativos en elementos gráficos, como la hierba y los tejados, que sufren de pixelado y descomposición visual.
Además, la iluminación global por ray tracing (RTGI) muestra parpadeos y ruido, afectando la calidad de las sombras y la luz reflejada en áreas oscuras.
Todos estos fallos se hacen más evidentes en el modo Rendimiento, donde la resolución nativa de 720p agrava el ruido visual en el reescalado.
PS5 Pro permite ajustes individuales para motion blur, RTGI y frame rate, pudiendo alternar entre 30 fps o desbloqueados, una opción que puede llegar hasta los 120 fps según la pantalla utilizada.
A diferencia de la PS5 estándar, en esta versión de Dragon’s Dogma II se puede deshabilitar el ray tracing en cualquier modo, lo que da mayor flexibilidad en el frame rate.
El balance de Dragon’s Dogma II es muy positivo, sobre todo en términos de rendimiento… Aunque viene con el “pero” del PSSR, una tecnología que da problemas en otros juegos, como Silent Hill 2, Star Wars Jedi: Survivor y Alan Wake 2.
Mientras estudios como Epic Games optan por prescindir del PSSR en Fortnite, cabe esperar que los estudios terminen por dominar este tipo de reescalado, y que pronto los problemas visuales en PS5 Pro serán cosa del pasado.
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