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Dragon Quest III HD-2D Remake es una nueva versión con numerosos cambios de todo un mito de los juegos de rol japoneses y la precuela de las dos primeras entregas. En este análisis te contamos todo lo que necesitas saber y si merece la pena.
Allá por 1988 se lanzaba para las NES japonesas Dragon Quest III, que pese a ser la tercera entrega de la legendaria saga rolera con diseños de Akira Toriyama, actuaba como precuela de los dos primeros juegos, formando lo que hoy se conoce como la “trilogía de Erdrick”.
Fue un juego particularmente relevante dentro de la saga por incluir numerosas novedades jugables, destacando su sistema de clases. Pero también fue uno de esos juegos que, desgraciadamente, no llegó a lanzarse en Europa. Ni el original, ni su remake para Super Famicom y Game Boy Color.
Por estos lares no pudimos catarlo de forma oficial hasta 2014, cuando se lanzó una versión para teléfonos móviles. De ahí que este segundo remake, que utiliza el estilo visual popularizado por Octopah Traveler, tenga mucho sentido, pues nos permite descubrir todo un mito de los juegos de rol japoneses en su mejor versión posible.
El análisis de Dragon Quest III HD-2D Remake para PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC de HobbyConsolas:
El gameplay de Dragon Quest III HD-2D Remake Nivel de dificultad de Dragon Quest III HD-2D Remake ¿Cuántas horas de juego dura Dragon Quest III HD-2D Remake? Cuánto cuesta Dragon Quest III HD-2D Remake y dónde puedes jugarlo La opinión de HobbyConsolas de Dragon Quest III HD-2D Remake Nota: lo mejor y lo peor de Dragon Quest III HD-2D RemakeJugabilidad y gameplay de Dragon Quest III HD-2D Remake
Dragon Quest III HD-2D Remake nos pone en el papel de un héroe o heroína que, nada más cumplir los 16 años, se embarca en un viaje para seguir los pasos de su padre, el legendario Ortega, con la misión de derrotar al archienemigo Baramos.
Hay que dejar claro que, pese a tratarse de un remake, Dragon Quest III HD-2D mantiene muchos elementos inalterados, empezando por la propia estructura, que es tremendamente clásica. De esta manera, estamos ante un juego de rol japonés muy tradicional, con exploración de ciudades, mazmorras y un overworld, y combates por turnos que suceden de manera aleatoria.
Lo bueno de mantener esa estructura tan clásica es que Dragon Quest III HD-2D Remake hace gala de una libertad sorprendente, pues aunque existe un hilo argumental principal, podemos desviarnos y visitar otras localizaciones en todo momento, incluso algunas que están muy por encima de nuestro nivel.
De hecho, es tal su libertad que en el juego original era fácil perderse o no saber qué hacer o dónde ir para avanzar, de ahí que una de las novedades de este remake sea indicarnos en pantalla nuestro siguiente objetivo o incluso marcarlo en el mapa, si así lo deseamos.
Y si la exploración destaca por su libertad, los elementos RPG no se quedan atrás: como decía al principio, Dragon Quest III destacó por introducir un sistema de clases que aquí sigue presente y se ha ampliado.
Para que te hagas una idea, nada más empezar el juego, debemos crear a tres personajes para que acompañen al héroe o heroína durante el viaje, eligiendo tanto su aspecto como por supuesto su clase, lo que nos da mucha libertad a la hora de trastear con diferentes configuraciones con las que afrontar los combates.
Además de las que ya estaban en el juego original, Dragon Quest III HD-2D Remake añade una nueva clase, el domabestias, de forma que en total tenemos nueve clases diferentes, diez si contamos también la del héroe/heroína.
El problema de tener tanta libertad es que se consigue a costa de sacrificar la narrativa. Al no tener un grupo de personajes con personalidades definidas, rara vez hablan o interactúan y su papel en la historia es muy poco relevante, más allá de ser los que van de un lado a otro solucionando problemas y matando monstruos.
La historia como tal también es fruto de las convenciones de la época, de forma que vamos de un lado para otro con pretextos como “recuperar la corona que ha robado un ladrón”, “encontrar la llave mágica que abre la puerta sellada” o "conseguir pimienta para un rey caprichoso" en lugar de seguir un hilo narrativo coherente.
En el remake se han añadido episodios adicionales que vienen a solventar ligeramente este problema al ofrecernos nuevos detalles sobre el papel de Ortega, pero la historia sigue sin ser el punto fuerte de Dragon Quest III.
Esto no es algo necesariamente malo, pues no deja de ser el encanto de los juegos de rol tradicionales (y de paso hace que el desarrollo sea de lo más variado), pero es importante tenerlo en cuenta por si alguien viene esperando un juego de rol con una historia y personajes memorables.
Lo que no me termina de convencer demasiado son ciertos elementos jugables que se han mantenido y que provocan que haya aspectos un tanto engorrosos. Uno de ellos es la forma de gestionar los objetos, pues en Dragon Quest III, para poder usar ítems en combate, debemos primero dárselos a cada personaje.
El proceso para transferirlos ya es engorroso de por sí y, como además tienes que andar repartiéndolos cada vez que los gastas, pues al final directamente se te quitan las ganas de usar objetos salvo para enfrentamientos muy concretos.
Si bien hay otros aspectos que hoy en día pueden llegar a ser tediosos, como los enfrentamientos aleatorios, entiendo que sigan presentes porque no puedes quitarlos sin cargarte la esencia del juego. Sin embargo, lo de los objetos no lo entiendo, más cuando estamos ante un remake y habría sido muy fácil cambiarlo sin cargarse el equilibrio o el espíritu de Dragon Quest III.
Pero hablemos de cambios —cambios para bien— que introduce este remake, porque también hay muchos: puede que a priori no lo parezca, pero hay un puñado de novedades en el combate que hacen que exista un mayor equilibrio y sea algo más profundo. Habilidades para los personajes "físicos", una nueva estadística (defensa), recuperación de salud y magia al subir de nivel…
Y aunque los combates, como decía antes, son aleatorios y, por tanto, algo frustrantes cuando queremos explorar una localización, se ha añadido la opción de aumentar la velocidad hasta dos niveles, logrando que sean mucho más ágiles.
A la hora de explorar también hay muchas novedades, siendo una de las principales los lugares secretos, que son pequeñas localizaciones que podemos encontrar en el overworld y siempre esconden alguna recompensa interesante. Es un gran añadido porque fomenta mucho la exploración.
Y, como curiosidad, el hechizo de teletransporte se puede usar en interiores sin que el personaje se lleve un coscorrón, algo con lo que hacen unos cuantos chistes en honor al juego original.
El mundo de Dragon Quest III HD-2D Remake, por cierto, está inspirado en el nuestro, de ahí que haya localizaciones sospechosamente similares a Egipto, Roma o incluso Portugal. Y en ese sentido, se ha hecho un gran trabajo de localización, pues dependiendo de la ciudad que visitemos, los diálogos escritos de los personajes se han adaptado para recrear distintos tipos de acentos.
Este remake también incluye voces, pudendo elegir entre audio inglés o japonés, aunque sólo hay diálogos hablados en momentos puntuales, principalmente en los puntos clave de la historia.
Pero mi añadido favorito es sin lugar a dudas la arena de monstruos, donde podemos sacar a combatir a las criaturas que hayamos "atrapado" y obtener jugosas recompensas. La gracia está en que para aumentar el repertorio de monstruos, primero hay que encontrarlos; algunos se unen a nosotros sin más, pero otros requieren acciones concretas que debemos descubrir.
Y la verdad es que es un vicio, porque los personajes de las ciudades nos dan pistas sobre dónde podría haber un monstruo o lo que hace falta para convencerlo, así que me he desviado del camino muchas veces para reclutar nuevas criaturas.
Y no se puede terminar de hablar de las novedades sin mencionar la más obvia: el renovado apartado audiovisual.
Se ha hecho un gran trabajo recreado el look del juego original, aunque hay que decir que no es exactamente HD-2D o, al menos, no es el mismo estilo que usan ambos Octopath Traveler. Aquí, los personajes, enemigos, etc. son pixelados, pero los escenarios están realizados con un 3D más tradicional.
En particular hay que destacar el trabajado ciclo día/noche, con una iluminación que cambia en función de la hora del día y es visible tanto en las ciudades, como en el overworld o en los combates.
El resultado, en cualquier caso, es muy bueno; Dragon Quest III HD-2D Remake se ve muy bien y es de esos juegos bonitos a rabiar que entran con facilidad por los ojos… y por los oídos, porque las legendarias melodías de Koichi Sugiyama también han recibido un lavado de cara y suenan mejor que nunca.
La fusión de ambos elementos, el renovado apartado visual y la banda sonora, consigue que el simple hecho de caminar por las ciudades sea una experiencia mágica. Cuando juegas a Dragon Quest III HD-2D Remake es inevitable tener la sensación de que estás ante una obra muy especial.
¿Es difícil Dragon Quest III HD-2D Remake?
Dragon Quest III HD-2D Remake nos permite elegir entre tres niveles de dificultad, entre los que es posible cambiar en cualquier momento de la partida: misión dracanina, misión dragontina y misión draconiana.
Jugando en misión dragontina, que sería el equivalente a la dificultad normal, es un juego en el que no te puedes dormir en los laureles, pues tanto los enemigos normales como los jefes pueden darte una buena tunda si no vas bien preparado.
Aun así, este remake también incluye unas cuantas novedades para facilitar las cosas y evitar que perdamos unas cuantas horas de progreso, empezando por el autoguardado.
Y si un jefe nos derrota, tenemos la posibilidad de reiniciar el combate. Esto hace que ciertos aspectos del juego original hayan quedado un tanto obsoletos, como es el caso de los bancos, aunque se han mantenido para quien quiera dejar sus ahorros a buen recaudo.
¿Cuántas horas dura la historia de Dragon Quest III HD-2D Remake?
Al tratarse de un juego de rol, no hace falta decir que Dragon Quest III HD-2D tiene una duración considerable.
Si nos ceñimos a la historia su duración está entre las 35 y las 40 horas, pero si exploramos y buscamos minimedallas o participamos en los combates de la arena de monstruos, entre otras actividades opcionales, su duración se puede ir a las 45-50 horas.
Precio y plataformas disponibles
Dragon Quest III HD-2D Remake se lanza el día 14 de noviembre de 2024 para PS5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC.
Se pone a la venta tanto en formato físico como en edición digital, en ambos caso a un precio recomendado de 59,99€.
Un remake con sabor añejo
Me ha gustado mucho descubrir Dragon Quest III HD-2D Remake, pues no lo había jugado nunca y ha sido como descubrir un pedazito de la historia de los videojuegos y, más concretamente, de los juegos de rol japoneses.
Pero también tengo que decir que me ha dejado sentimientos encontrados... y por culpa de otro juego de Square Enix.
Por un lado esto es indudablemente la mejor versión de Dragon Quest III y la mejor forma que existe actualmente de jugar a este clásico. Pero, por otro lado, no puedo evitar pensar que la etiqueta de "remake" le viene un poco grande.
Porque hace apenas un mes se lanzaba Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven, un juego que también es un remake de un título de Super Nintendo. Y en su caso los cambios y las novedades son de peso, lo suficiente como para decir sin ningún miedo que se trata de un remake.
Aquí, sin embargo, pese a que hay muchos cambios y todos son de agradecer, la experiencia se mantiene mucho más cercana a la del original. ¿Es eso malo? En absoluto. Y de hecho los más puristas seguro que lo agradecen. Pero si ponemos ambos juegos uno al lado del otro, me parece incontestable que uno es mucho más remake.
En cualquier caso son juegos diferentes y lo que haga uno no tiene que afectar a cuánto vas a disfrutar del otro. Así que si te gusta la saga Dragon Quest y quieres descubrir cómo empezó todo, aquí tienes una oportunidad perfecta.
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